Características de las Lámparas Eléctricas
Las lámparas no transforman en energía luminosa toda la energía eléctrica que les llega.
Parte de la energía eléctrica que les llega se pierde en forma de calor y en otros tipos de energías que no son luminosa, y el resto, es lo que se convierte en energía luminosa.
Para elegir de forma correcta la lámpara que debemos utilizar tenemos que tener en cuenta las siguientes características:
- Potencia Eléctrica: La potencia de una lámpara se mide en vatios (w), y hace referencia a la energía eléctrica que consume tanto la propia lámpara como su equipo auxiliar.
OJO, Parte de esta potencia se traducirá en luz visible, y otra parte serán pérdidas.
De forma general, para un mismo tipo de lámpara, a mayor potencia, mayor luz proporcionará.
Ojo, si son lámparas de tipo diferentes no tiene por qué ser así, como veremos más adelante.
- Flujo Luminoso: El flujo luminoso es la cantidad
de luz emitida por una fuente de luz, dentro del espectro de luz visible,
en un segundo y en todas las direcciones.
Se representa por la letra griega Φ (phi) y su unidad
de medida es el lumen (lm).
El significado del flujo luminoso es el de la potencia lumínica propia de una fuente
de luz.
A continuación puedes ver los diferentes flujos luminosos de varios tipos de
lámparas diferentes:
Las lámparas van perdiendo flujo luminoso con el tiempo, en lo que se conoce
como proceso de envejecimiento.
¡¡¡OJO!!! No siempre una lámpara que tenga más potencia tiene más flujo.
Por ejemplo, las lámparas de incandescencia (bombillas de filamento de toda la
vida), que ya están prohibidas por su bajo rendimiento, tienen muchas
pérdidas por calor, lo que hace que su flujo luminoso sea muchísimo menor
que por ejemplo una LED de la misma potencia.
En una lámpara LED casi toda la potencia eléctrica se transforma en flujo
luminoso ya que no tiene pérdidas.
En una lámpara de incandescencia la potencia eléctrica se transforma casi
toda la potencia en calor, no en flujo luminoso.
Las lámparas incandescentes emiten solamente el 5 %, y las lámparas
fluorescentes entre el 20 % y el 40 % de su potencia conectada en forma de
luz.
La potencia eléctrica necesaria para conseguir un lumen (lm), determina el
nivel de eficiencia energética de la lámpara, o lo que se conoce como
rendimiento luminoso.
- Rendimiento Luminoso: Nos relaciona la potencia consumida
por la lámpara con el flujo luminoso que tiene.
Indica el flujo que emite una lámpara por cada unidad de potencia eléctrica
consumida.
Se representa con la letra griega eta (η) y su unidad es el lumen por vatio
(lm/W).
-Vida Útil: La vida útil o duración útil de una lámpara es
el tiempo que trascurre desde su primer uso hasta que el flujo luminoso
llega a ser un 80% del inicial.
- Color de la Luz: La mayor parte de las lámparas emiten
luz blanca, salvo las de sodio a baja y alta presión, que emiten una luz
amarillenta característica.
- Rendimiento en Color (Ra): Mide la fidelidad con la que
la lámpara reproduce el color, siendo la referencia la luz del Sol. Las
mejores son las incandescentes que tienen un rendimiento en color del 100%,
pero como ya sabemos ya no se utilizan.
De 81 a 100: Representa los colores de forma muy eficaz
De 61 a 80: A simple vista algunos colores pueden presenciarse de forma
distorsionada
Si hablamos de las más utilizadas, las Leds, lo normal es que a un precio
bajo son RA ( Unidad de medida del Índice Cromático) 70 o inclusive menos,
no obstante, las de mayor calidad tiene un RA a partir de 80.
En el ámbito de la iluminación LED un elevado RA significa un mejor
rendimiento lumínico debido a que va a reproducir mejor los colores de los
objetos iluminados.
Estas son las básicas, pero hay más características.
Si las quieres conocer todas visita: Luminotecnia Curso Básico
Tipos de Lámparas
Algunas de las lámparas que existen, como las de incandescencia, se pueden
conectar directamente a la red eléctrica, pero otras como las de descarga de
un gas, por ejemplo como el fluorescente, vapor de mercurio y vapor de
sodio, necesitan equipos especiales para su funcionamiento.
Las lámparas eléctricas se pueden construir basándose en tres principios
claramente diferenciados:
- Lámparas de incandescencia (prohibidas hoy en día)
- Lámparas de descarga en un gas
- Lámparas con LED.
Las lámparas incandescentes basan su funcionamiento en la emisión de luz
cuando un filamento resistivo se calienta a elevadas temperaturas.
Dentro de estas lámparas también se encuentran las halógenas.
Debido a su alto consumo y poco rendimiento, ya que se pierde casi toda la
energía eléctrica que consumen en calor y no en luz, se han prohibido en la
mayoría de los países, por lo que están en desuso total.
Por otro lado, las lámparas de descarga en un gas funcionan gracias
al
efecto de la luminiscencia, y se caracterizan por producir luz cuando un gas
es recorrido por una corriente eléctrica.
Como ejemplos de lámparas de descarga tenemos las
fluorescentes, las lámparas compactas de bajo consumo, las lámparas de
vapor de mercurio, las lámparas de luz mezcla, las lámparas de vapor de
sodio a alta presión y a baja presión.
Podríamos resumir que hoy en día la mayoría de las lámparas que se utilizan,
por no decir todas,
son del tipo LED, gracias a su reducido consumo y larga vida útil.
Las lámparas con LED aprovechan el efecto de
electroluminiscencia que aparece en los semiconductores.
Para saber todo sobre este tipo de lámparas visita:
Lámparas LED.
¿Lámpara o Luminaria?
Los dos términos a menudo se confunden entre sí en el uso cotidiano del lenguaje.
Una lámpara es una fuente de luz reemplazable de un sistema de iluminación.
La lámpara es la que emite la luz.
Se denomina luminaria al aparato que aloja una o varias lámparas y los equipos auxiliares.
Se utiliza para reflejar y dirigir la luz, además de tener una función de protección a la lámpara.
Casquillos de las Lámparas
La base de la lámpara estandarizada es parte de la lámpara y crea la
conexión mecánica al portalámparas.
El casquillo de una lámpara, a su vez, aloja la fuente de luz y transfiere
la corriente eléctrica de la red a la bombilla.
Existen diferentes casquillos, los más comunes se presentan en la
siguiente imagen.
Si quieres cambiar una bombilla por otra igual, fíjate en
la lámpara vieja el tipo de casquillo que tiene y compra una nueva con el
mismo tipo.
El tipo suele venir impreso sobre la propia bombilla.
Sistemas de Iluminación de Espacios
Para llevar a cabo la iluminación de un determinado espacio habrá que tener en cuenta diferentes aspectos.El más importante de ellos es la actividad que se va a realizar en dicho espacio.
Una vez conocida la actividad y el lugar que se va a iluminar habrá que optar por alguno de los diferentes sistemas de alumbrado, así como la ubicación y tipo de lámpara y luminaria más adecuado para cada caso.
Los sistemas de alumbrado que se pueden utilizar son:
- Iluminación general: Este tipo de iluminación se consigue colocando las luminarias simétricamente en el techo.
El resultado obtenido es una distribución uniforme de la luz en la zona a iluminar.
- Iluminación localizada: Consiste en situar luminarias a poca distancia de la zona a iluminar, con lo que se consigue un alto nivel de iluminación en zonas de trabajo donde se requiere una gran precisión de operación.
- Iluminación general localizada: Consiste en dotar a las áreas generales de paso de una iluminación general suficiente, añadiendo un sistema de iluminación localizado que concentre la luz sobre las áreas específicas de trabajo.
De esta forma se consigue un ahorro considerable de energía.
Deslumbramiento
Otro aspecto importante a tener en cuenta en un proyecto de alumbrado es el deslumbramiento.Éste se traduce en una sensación molesta y desagradable que propicia la fatiga visual.
El deslumbramiento aparece si las lámparas, luminarias, ventanas u otras superficies se muestran mucho más brillantes que la luminancia general interior.
Para reducir el deslumbramiento causado por las lámparas se puede optar por diferentes sistemas, algunos de los cuales apuntamos a continuación:
- Situando materiales traslúcidos alrededor de la lámpara, de tal forma que consigan difundir la luz.
- Situando las luminarias a una altura y orientación adecuadas.
- Utilizando pantallas que hagan que la lámpara quede prácticamente siempre oculta de la línea de visión.
Este método se emplea sobre todo para controlar el deslumbramiento en las lámparas muy potentes y en aquellas luminarias que quedan suspendidas a una altura muy próxima a la zona de trabajo.
Veamos el mejor sistema de alumbrado de los tipos que existen para evitar el deslumbramiento.
Tipos de Sistemas de Alumbrado
- Alumbrado directo: Todo el flujo luminoso se proyecta sobre el plano de
trabajo, lo que hace que el techo y las paredes queden oscuros, pudiendo
producirse deslumbramientos.
- Alumbrado semidirecto: La mayor parte del flujo luminoso se dirige hacia
el plano de trabajo y el resto se dirige hacia el techo y las paredes.
En este caso se consigue un buen aprovechamiento de la luz, aunque todavía
puede producirse algún deslumbramiento.
- Alumbrado indirecto: Todo el flujo luminoso se proyecta sobre el techo,
con lo que se reducen las sombras y los deslumbramientos.
Con este sistema es necesario aumentar el flujo luminoso que emiten los
aparatos de alumbrado para conseguir los mismos niveles de iluminación que
con los anteriores sistemas citados.
- Alumbrado semi-indirecto: La mayor parte del flujo luminoso se dirige hacia
el techo y el resto se dirige hacia el plano de trabajo, con lo que se
consigue eliminar las sombras y el deslumbramiento sin perder tanta
efectividad como con el indirecto.
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